Eventualmente las mujeres viven una experiencia íntima y milagrosa... incomprensible para los hombres, e incluso, para muchas de su mismo sexo.
Es un sentimiento vital; de amor; que se gesta en sus entrañas. Felicidad... que crece con cada latido que les escuchan. Felicidad... por sentirse valoradas por quienes, en su vientre protector, aguardan silenciosamente.
Descubrirse portadoras de otro corazón les separa -en un nivel superior- de quienes no han tenido la experiencia de ser madres.
Desde ese momento, se convierten en invencibles campeonas por amor, capaces de sobrepasar cualquier obstáculo. De por vida.
La responsabilidad de respirar con cuatro pulmones les será muy pesada. Muchos temores les acecharán. La culpa por fallos y desaciertos no se les ausentará. Pero su incondicional amor les levantará a luchar de nuevo, porque aprenderán a desconocer lo imposible.
En Kinder entendemos ese sentimiento. Nosotros también somos invencibles, a pesar de las dificultades que enfrentamos. Nunca dejaremos de buscar nuevas formas de hacerte sentir valorada, porque das vida a la familia, cimiento del amor de la humanidad.
Esforzarse para obtener un beneficio personal es fácil. Pero desgarrarse la vida entera por amor, solo una incansable guerrera lo hace por su hijo.

¡Gracias Mamá!