Para padres que con hijos pequeños parece algo de lo que aún no tenemos por qué preocuparse. Sin embargo, es importante que veamos la gravedad con la que puede afectar nuestra vida familiar, porque en muy pocos años comenzaremos a tener la presión social y a sentir la "necesidad" por darles dispositivos a nuestros hijos. Los problemas digitales en las familias cada vez comienzan a menores edades de los hijos, y los tuyos y los míos no serán la excepción.
Si está leyendo esto, probablemente recién estés comenzando tu viaje como Embajadora afiliada y desees conocer las estrategias que personas en otras partes utilizan actualmente para ganar mucho dinero promocionando los productos y marcas que les encantan. Por suerte para ti, nunca ha habido un mejor momento en la historia para comenzar una actividad secundaria (o incluso una carrera) como Embajadora afiliado. El propósito de este artículo es enseñarte las estrategias utilizadas por los vendedores afiliados que ya tienen éxito, la mayoría de los cuales tuvieron que aprender esta información a través de años de prueba y error.
Como he insistido en otras ocasiones, la vida es demasiado corta y valiosa como para desperdiciarla con ir pasándola o “sobreviviendo”. Me he referido, también, a que esta vida no se termina con la muerte, sino simplemente cambia de estado, uno en el que habremos de vivir eternamente. La pista la encontramos en nuestra necesidad de trascendencia, nuestra búsqueda de dejar algún legado que permanezca más allá de nuestra vida material. El tema da para mucho más, pero basta lo apuntado.
Para nadie es un secreto, ni pasa desapercibido, que el tráfico en nuestro país -ya no sólo la ciudad- es cada vez más caótico, más estresante, más complicado, más lento. Súmele el adjetivo que quiera, seguro todos pensamos igual. Inevitable vivirlo a diario.
A veces pasamos épocas en la vida -más largas o más cortas- en las que nos cuesta un poco más descifrar quiénes somos, qué hacemos en este mundo y para qué somos buenos. Desde que nacemos hasta que partimos de este mundo, vamos evolucionando, para bien o para mal; pero es un hecho que nuestro yo de cinco años no es igual a nuestro yo actual, no importa la edad que tengamos en este momento.
Los hijos nos dan todos los días más de una oportunidad de enseñarles pequeñas pero valiosas lecciones. Mi hija mayor, en plena adolescencia, me decía hace unos días que quería comprarse algo -que no viene al caso el qué- con el dinero que tenía ahorrado.